Estómago

Aquí, en el infierno, no oigo tu voz

El miércoles me tumba un virus gastrointestinal. Es la teoría más plausible. La otra, una intoxicación, no ha sido apoyada por ninguna de las personas con las que lo he comentado.

Un virus, está todo el mundo igual, es la frase que más he escuchado estos días.

Hago acto de presencia en el Club Literario Torremolinos. Mi cuerpo está, pero soy incapaz de conectar dos frases seguidas (porque hay confianza y sé que no me lo tendréis en cuenta. Os debo una, clubistas), pero tenemos que cancelar el taller de escritura en Santomera (Murcia) del viernes. Guardo reposo (no me queda otra) y todavía no puedo leer. Me cuesta incluso ver una película.